Pregunta recogida desde la plataforma Ask.fm el 5/5/2015

Cada persona es única y responder a una pregunta tan específica sin conocer el ‘quién’ que tu eres, es muy complicado. De forma general, a quien se siente así, le diría lo siguiente:

1. No nos definimos por lo que sentimos, sino por el plan que Dios tiene sobre nosotros (pues somos amados personalmente por Dios). Es un plan de amor, que no descubriremos del todo hasta verle cara a cara, pero que siempre conlleva una cruz. Algunos la tienen muy grande, otros más pequeña. Para algunos es física, para otros espiritual. Para algunos está relacionada con alguien cercano (en familia, por ej.), para otros tiene que ver con gente más bien lejana (grupos de personas encomendados, por ej.). Siempre querríamos otra cruz (una diferente), pero en realidad, la que tenemos es la mejor para nosotros.

2. Solemos querer tener el control de nuestra vida y a veces hasta pensamos que es así. En realidad el control es una ilusión de nuestra inseguridad que enturbia nuestra libertad y nuestro entendimiento. Estamos en las manos de Dios, así que la lógica de la sencillez es dejarse hacer por él. Es la regla del Amor que obedece hasta la cruz. Muchos santos han estado en una continua noche oscura, otros en grandes depresiones. No se trata de estar bien, sino de estar en Dios, de descansar en él, dejarle llevar nuestra vida. Se trata de descubrir su amor en la providencia, dejando de controlarlo todo, sin anticiparse, sino esperando que se manifieste.

Antes de escribirte he estado rezando y pensando unos días. Esperaba una señal providencial y hace poco llegó. Una amiga mía posteó una canción muy bonita que te ayudará. Estoy convencido que son palabras para ti: https://m.youtube.com/watch?v=hpiselSempY

Muchas veces no entendemos el significado de lo que vivimos, pero siempre lo tiene. Si buscamos en la oración, en la verdad, en el Espíritu del Señor,… Dios saldrá al encuentro. Te aconsejo rezar mucho el rosario, por lo menos uno al día (despacio y devotamente). Cristo es varón y a veces deja que sus ovejas aprendan lecciones que su madre, María, como buena mujer, trata de evitar que pasemos. De la mano de María es más fácil llegar a Jesús y conocerle. Si quieres hacer algo más, mi mejor opción es sin duda el ayuno y la adoración eucarística. Prueba ayudar a pan y agua los miércoles y los viernes y ve a hacer adoración y misa todos los jueves, con devoción. Y si quieres una guinda o un «dulcis in fundo», pídele al Señor estar mejor con una novena a la Divina Misericordia y reza la Coronilla de la Divina Misericordia todos los días a las 15 de la tarde (especialmente los viernes). Y no olvides que la confesión no es sólo el perdón de los pecados, sino la gracia para no volver a caer y vivir en el Señor.

A veces Dios permite dolores y sufrimientos porque pide entrega y oblación, pero muchas otras veces simplemente nos purifica y aumenta el deseo, o nos ayuda a expirar en esta vida algo que después sería una factura muy grande. En todo caso hay que estar agradecidos y no caer en el pecado de orgullo y soberbia al estilo nietzschano.

Te dejo una cita que personalmente me ha ayudado mucho. Puedes buscar la película del santo, merece la pena.

«Ama la verdad, muéstrate como eres sin falsedades, sin miedos ni miramientos. Y si la verdad te cuesta la persecución, acéptala; si te cuesta el tormento, sopórtalo. Y si por la verdad tuvieses que sacrificarte tu mismo y tu vida, sé fuerte en el sacrificio.»

San José Moscati (17 de octubre de 1922)

Que Dios te bendiga y te muestre su rostro. Un abrazo en el Señor.

Soledad