Resumen de 6 sanas ideas para vivir mejor la vocación del educador expuestas en el curso de educación afectivo sexual del 24 de mayo de la Fundación Educatio Servanda:

1. El sentido de la rebeldía adolescente (y no sólo) sirve para comprobar la existencia, el alcance y la solidez de los límites, pero en sí misma no es mala. además, les permite a los adolescentes comprobar el amor de los padres, es decir, que sea un amor valiente y fiel, capaz de ser un referente a seguir;

2. La pregunta adecuada del educador no es NUNCA «Qué hay de malo», sino «Qué hay de bueno» ya que todo lo que hacemos (Programas TV, uso móvil, horarios salidas, consolas, etc.) es educativo. Si no lo hacemos educativo nosotros, según nuestros criterios, les educará para algo que no queremos o no conocemos.

3. No se educa sin misericordia, sobre todo entendiéndola como «yo te quiero antes de que cambies, antes de que seas lo que quiero, antes de que seas bueno, antes de tus aprobados o de mis expectativas». Implica por lo tanto
– paciencia, una buena relación de diálogo bidireccional con el hijo/alumno;
– no puede dejar de lado el poner en juego la libertad del otro;
– es mejor que experimente el fracaso ante sus elecciones equivocadas y que pueda volverá un hogar estable y seguro. Ni podemos ir tras él y sus errores asustados, ni podemos echarle de casa y de nuestro corazón de padres. Esa es la firmeza y seguridad que necesita el educando. Es la misma actitud del Señor en la parábola del hijo pródigo, quien espera a su hijo con paciencia todas las noches, y que, si bien no sale tras él cuando se marcha, cuando el hijo vuelve a casa, lo acoge con inmensa fiesta y alegría.

4. La convicción del educando, tan ansiada por los padres, nace en el momento en el que se comprueba, en la propia experiencia, lo que otro me dice que es un bien para mi. Las normas tienen que ser conocidas desde el bien que tratan de defender y custodiar, por lo que, propiamente, es una cuestión de amor, no de normatividad.

5. No da igual vivir experiencias malas. Éstas nos marcan y dejan una huella, un olor a negatividad que merman la vocación a la felicidad plena, por eso hay que elegir los tiempos dedicados a cada cosa y las experiencias que se propongan a los hijos.

6. Educar es introducir a la realidad, acompañarle con guía segura para que se tome en serio su propio corazón y que lo ponga a prueba teniendo a los educadores que le quieren como referencia y modelo. Hay que enseñarles que tienen un horizonte más grande que el que se proponen ellos e incluso más grande que el de los padres.

Ver: http://www.educatioservanda.org/curso-afectividad

Curso: CÓMO EDUCAR EN EL AMOR http://www.educatioservanda.org/curso-afectividad/